viernes, 4 de febrero de 2011

Nacimiento

Hoy será el día que de a luz este rincón, donde como si de un hijo se tratase, le daré una parte de mi y por supuesto, todo el cariño. Espero que en su vida le crezcan los amigos que le arropen en los malos momentos y se diviertan con el en los buenos.
Lo primero que corresponde es presentarme, como madre de la criatura. Soy engel, una mujer orgullosa de ser viciosa. Vicios muchos, pero los mejores aquellos que escandalizan a las mentes bienpensantes por que ellos consideran conductas sexuales no normales.
Nací dentro de una familia de moral intachable, quizá por eso como rebeldía decidí probar todo aquello que estaba prohibido.
Desde muy pequeña, con apenas 12 años, comencé a disfrutar de forma onanista de mi cuerpo; con 21 me metí en el mundo swinger y recién acabo de llegar al BDSM, donde ni siquiera he empezado a dar mis primeros pasos, solo a gatear, pero eso si con ganas de llegar lejos: despacito pero con buena letra. He comprobado el placer que puedo experimentar con el dolor por eso es una puerta que quiero abrir de par en par para saber cuan lejos puedo y quiero llegar en ese mundo. De ahí ese pequeño guiño al Marques de Sade en el titulo. Título que me inspiro un amigo, al que le agradezco también la sugerencia de crear este blog.
Calificativos no me han faltado desde entonces por hacer los que muchos desean pero no se atreven. Para algunos serán insultos, pero para mi me enorgullecen y me hacen crecer ante quien desprecia mi forma de pensar/vivir por pura envidia.
Siempre me he calificado como una mujer de pocas fantasías, pero no por falta de imaginación o deseos de explorar nuevas facetas. Todo lo contrario: siempre procuro llevarlas a cabo, aunque al poco surgen nuevas y así se convierte en un proceso sin fin. De hecho espero que ese fin solo me llegue con la muerte.
A lo largo de este blog me gustaría compartiréis pensamientos y vivencias tanto del presente, como del pasado…y porque no, también del futuro.

1 comentario:

  1. La cara que se aproxima al bebedero, como quien sujeta la cadena de metal con los dientes, siente el dolor próximo y también esa prosperidad del vicio...avanzando, sin límites.

    C2

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